Granadilla II
Granadilla era un pueblo pequeño de Cáceres.
Sus tierras quedaron anegadas por la construcción de un embalse que destruyó el medio de vida de aquellas gentes. Quedó desierto.
Su recinto amurallado sólo alberga las calles vacías y las casas derruidas de un pueblo deshabitado. Un pequeño castillo es testigo de su situación.
Recuerdo el asombro que me causó su visita. Era verano. Coincidimos allí con un abuelo que volvía a su pueblo. Daba escalofríos pensar que aquél era realmente su pueblo, transformado ahora en la ruina de su pasado. Contaba en voz alta a una niña que le acompañaba recuerdos de una infancia vivida entre aquellas calles: esta era la casa del alcalde, aquí era donde compraba el pan.... Sólo pude oír retazos de lo que decía, al cruzarnos con él en unas pocas ocasiones, absorto yo por la visión de un pueblo fantasma, absorto él por transmitir la memoria viva de aquel lugar muerto.